Problemas de pareja
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Una de las problemáticas que más se presentan actualmente en la consulta de los psicólogos es la vinculada a los problemas de pareja. La ansiedad que generan los conflictos de pareja ya sea por problemas de celos, infidelidad, incomunicación, incompatibilidades, o agresividad perjudica seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Un psicólogo puede aportar una gran ayuda a estas parejas que padecen serias dificultades, pues ya han entrado en un patrón de comunicación y comportamientos patológicos que difícilmente puedan resolverlas por si mismos y, seguramente, los llevarán a la ruptura.
Conceptos que manejamos los Psicólogos, como comunicación asertiva, empatía, inteligencia emocional, autoestima así como el tratamiento de la ansiedad son fundamentales a la hora de pensar en solucionar problemas de pareja. El tratamiento con un psicólogo contribuye a llegar a conocerlos y manejarlos para poder aplicarlos a la realidad de la pareja y mejorar la relación.
Pasaremos a ver algunas generalizaciones de aquellos conceptos:
Para ser asertivo en una comunicación conflictiva de pareja hay que trabajar intensamente el manejo de las emociones, los psicólogos online, pueden ser de gran ayuda.
Cuando el otro me dice cosas que me pueden ofender, doler o simplemente molestar, pues debo hacer justamente todo lo contrario, no debo ni ofenderme, ni sentirme dolido o molesto.
¿Cómo logro evitar los problemas de pareja de comunicación?
Los Psicólogos recomendamos, razonar lo que el otro me dice desde una perspectiva donde me mantengo neutral, controlo la ansiedad que me puede generar sus palabras, como con una coraza, y analizando su discurso. Pensando, por ejemplo, que el otro está hablando desde sus celos, desde su ira, desde su punto de vista de las cosas, etc. y que tiene derecho a eso (esto es máxima empatía). Continuar razonando que el problema es que hay un malentendido, o se están comunicando en un nivel diferente y, por eso, no hay entendimiento; o que el otro no puede escuchar en ese momento, etc.
Parece increíble (hasta inaceptable para algunos) que mientras el otro me está «insultando» yo todavía lo tengo que entender, comprender y hasta justificar; pero es eficaz. El secreto está en que no me quedo con todo lo malo que me dijo, no me resigno sino que espero mi momento de hablar cuando el otro esté más tranquilo; por lo pronto respiro, me relajo para controlar mi ansiedad y decir: «creo que este momento no es oportuno para hablar, “cuando estemos (no cuando estés, porque es acusativo) más tranquilos volveremos a hablar, si te parece”, “Ahora no me apetece hablar en estos términos o condiciones”.
Luego trato de buscar un escape que puede ser alejarse un poco. No está mal irse, si uno considera que en ese momento no se puede hablar con la otra persona, se lo comunico y me retiro, pero no hace falta irse del lugar, simplemente alejarse o hacer otra cosa.
Incluso hay personas que logran pasar a hablar de otro tema de conversación más trivial que es una técnica de desdramatización de la comunicación y saca al otro del alto punto emocional en que se encuentra (Por ejemplo, diciendo frases triviales como:«Hoy he visto a…. », « En el trabajo pasó… », «….Mira esto….etc.)
Frente a problemas de pareja y de comunicación con la otra persona reflexiono en mi interior. Ello me ubica, me tranquiliza, y hablo lo menos posible y, si cabe, en forma de interrogante: «¿Tú crees eso?», «¿Por qué piensas eso?», «¿No crees que lo que dices es un poco fuerte, o agresivo?» «No crees que estamos un poco ansiosos en este momento?» «¿No será mejor hablar más tarde?»
El tono y volumen de voz es fundamental en una comunicación asertiva, creo que no muchas personas toman conciencia de ello cuando hablan.
Escuchar activamente, dando señales de que se tiene paciencia para escuchar, ganas de escuchar, y que me implico en la conversación, hasta donde pueda resistirlo.
Un buen psicólogo te confirmará que la regla de oro en las relaciones humanas, y por ende en los problemas de pareja, es evitar la agresividad totalmente, en mis acciones, en mis palabras y hasta en mis pensamientos. Siempre pensar que el otro por algo dirá lo que dice, algún motivo tendrá para pensar, actuar y hablar así y ese motivo no tengo porque ser yo. Hay que reflexionar siempre con respecto a las conductas de la otra persona que no nos gustan o nos molestan: » Creo que yo no soy culpable, igual tendré que pensar en mi responsabilidad, y tengo que respetar – tratando de entenderlos – hasta sus «malos» pensamientos y comportamientos porque hay algo que lo lleva a pensar así, incluso, a veces por causas y circunstancias propias, problemas emocionales propios, pero yo no soy quien para juzgar».
Importancia de la autoestima en los problemas de pareja
Aquí entra en juego la autoestima, si tengo una autoestima baja puede que me sienta culpable de todos los problemas que surjan en la pareja, que me crea profundamente todas las críticas del otro de una manera sumisa no como algo constructivo, que me sienta inseguro y no sepa que hacer y decir frente a una crisis de pareja. Es muy importante ponerse en manos de un psicólogo ya que, en muchas circunstancias la inseguridad que provoca la baja autoestima me lleva a padecer de celos patológicos es decir, constantes, insoportables en tanto la gran angustia que me generen y no basado en evidencias claras, llevando a plantear a mi pareja constantemente situaciones incoherentes o ridículas para él, difíciles de soportar y que desgastan la pareja hasta llevarla muchas veces a la separación.
Pero aumentar la autoestima, no significa llegar a ser soberbio. Los psicólogos te pueden guiar hacia el estar abierto a la autocrítica, al autoanálisis, al autoconocimiento para poder crecer, tener abiertos los ojos que miran al interior de uno mismo. Que seas tú mismo y no esperar la mirada de los otros para ello. Pero la advertencia es que a la vez no hay que descuidar la mirada de los otros, hay que estar alerta a ella pero también con una mirada crítica hacia la misma porque muchas veces puede ser una «buena mirada, provechosa para mi crecimiento» pero a veces puede estar equivocada; y yo decido cuando es una (“mala”) u otra (“buena”) con una reflexión profunda, lo más objetiva posible. Qué puedo equivocarme, es verdad pero será mi error y me haré cargo de ello en el mismo momento en que lo descubra.
Conclusión sobre los problemas de pareja
si tienes problemas de pareja piensa que es tu responsabilidad analizar la situación de la misma y saber solicitar asesoramiento porque muchas veces una crisis de pareja se arrastra mucho tiempo con la ansiedad y sufrimiento que conlleva para finalmente terminar destruyéndola.
Psicóloga Claudia Alberto.