Adolescentes
Indice del Artículo
Los padres ante los hijos adolescentes suelen encontrarse desorientados en cuanto a cómo deben actuar con ellos; a cómo es la mejor forma de comunicarse, cómo saber qué hacen realmente los fines de semana, cómo conocer si están teniendo conductas de riesgo, y muchos interrogantes más ante los cuales no encuentran respuestas ciertas. Estos les provocan ansiedad y angustia, más aún sumado a los conflictos cotidianos que se desatan, con el adolescente, debido al inadecuado manejo de la comunicación.
La comunicación con los adolescentes no es siempre fácil, las conversaciones que son habituales y sobre las que más acceden a hablar son el colegio, los amigos, pero hay temas tabú como son el sexo, las relaciones de pareja y las drogas, por ejemplo.
La adolescencia es un período de la vida en que realmente se comienza a aprender sobre el mundo en que se vive, y a encontrar un lugar propio en él. Este aprendizaje conlleva nuevas experiencias, algunas de las cuales pueden derivar en situaciones peligrosas o arriesgadas.
Los adolescentes demandan experiencias excitantes, lo cual la mayoría de los adultos no comprenden, especialmente aquellas que pueden ser arriesgadas. De todas maneras, tranquiliza saber que la mayoría de los jóvenes buscan estas sensaciones en la música, el deporte u otras actividades recreativas que les permiten descargar gran cantidad de energía, pero que no son peligrosas.
Es necesario que los padres conozcan profundamente a su hijo y especialmente, lo que implica la adolescencia como etapa del desarrollo con sus particularidades conflictivas y de grandes cambios, para poder ubicarse ante su hijo adolescente desde otra perspectiva que le permitirá comprenderlo mejor y calmar sus inquietudes y desasosiego.
Características de la etapa de desarrollo de los adolescentes
La adolescencia es esencialmente una época de cambios. Es la etapa que determina el proceso de mutación del niño en adulto, es una fase de transición que tiene propiedades especiales, ya no son totalmente niños, pero tampoco son adultos, son una especie de híbrido, con algunos aspectos de adulto y resabios de niño.
Llegados a un punto en que no sepamos cómo hacerlo es importante considerar la posibilidad de pedir asesoramiento profesional de un psicólogo.
Si se sobrelleva esta etapa de madurez realmente la pareja estará consolidada, pero siempre existe el riesgo de que la vida nos plantee situaciones que nos hagan cambiar, en un sentido no previsto, el rumbo de nuestras vidas, pensamientos o conductas, y que nuestra pareja no lo pueda aceptar o no lo tolere.
Por lo tanto, es fundamental tener siempre presente en una relación de pareja: primero, que en el amor, ese primer momento de fascinación se va acabar, que va a pasar, aunque nos viene muy bien para manifestarnos todo el cariño, amor, deseo, etc. que sentimos, y demostrar al otro nuestra capacidad de amar, principalmente de expresar nuestro amor, con hechos y palabras. Segundo, las características conflictivas de la etapa de madurez de la pareja, anteriormente mencionadas. El simple hecho de tener conciencia de que existen, nos permitiría evitar los problemas de pareja que nos llevarían a una ruptura.
En la adolescencia se produce un acelerado desarrollo físico así como importantes variaciones emocionales que, aunque pueden ser excitantes, no obstante también pueden resultar confusos e incómodos tanto para el adolescente como para sus padres. Es una etapa donde entran en crisis, pues se encuentran en la búsqueda de su propia identidad, en el proceso de establecer su personalidad.
los adolescentes desde el punto de vista biológico
la pubertad supone la manifestación de caracteres sexuales y la trasformación somática que ello comporta. Entre ellos se dan: cambio de la voz, que se vuelve más grave, aparición del vello en rostro, piernas, axilas y pubis. Además, se produce un crecimiento rápido e inarmónico de algunas partes de cuerpo que le dan una imagen de desgarbado; los órganos genitales sufren un profundo cambio, aumentan de tamaño y aspecto.
A veces aparece un cierto cansancio físico que es debido al crecimiento rápido que está experimentando. La consecuencia de esto es que el adolescente debe familiarizarse paulatinamente con su nuevo cuerpo, que lo distinguirá del resto de personas toda su vida. Se enfrenta al mundo de la sexualidad: descubriendo su sexo, el sexo contrario, la fisiología y el apetito sexual.
los adolescentes desde el punto de vista psicológico
el adolescente debe efectuar un nuevo descubrimiento de sí mismo, busca su identidad: saber quién es, cómo es, cuál es su papel en el mundo. En la adolescencia la vida interior cobra pleno sentido, el pensarse a sí mismo es una de las tareas que le demandan un tiempo y un espacio propios. La rebeldía característica de esta etapa, le permite diferenciarse de los demás, y lograr cada día ser más independiente de los adultos.
los adolescentes, en cuanto al desarrollo cognitivo
éste se logra completar al final de esta etapa, lógicamente en mayor o menor medida, según los diversos factores individuales que influyen. La transformación que tiene lugar es del pensamiento lógico concreto y de combinaciones simples del niño al pensamiento abstracto del adolescente, llamado estadio de pensamientos lógico-formales. El adolescente es capaz de manejar símbolos complejos, plantear hipótesis y deducciones lógicas más allá de la realidad material de los elementos. La posibilidad de la abstracción le permite comenzar a manejar y comprender conceptos como belleza, verdad, libertad, bien, etc. Por ello, comienza a reflexionar sobre estos temas, tiene la necesidad de afianzar su posición sobre los mismos y distinguirse o identificarse con los otros en función de ellas.
Esta nueva habilidad mental le permite desarrollar la imaginación hasta límites inagotables, explorar el mundo y sus posibilidades en él, las experiencias nuevas son un desafío permanente.
el adolescente cada día intenta ser más independiente y progresivamente va comenzando a pensar en construir su futuro, su propio hogar y su familia. Para ello debe lograr la madurez suficiente, su autonomía y una capacidad psicológica y social necesarias para afrontar las responsabilidades de un adulto; saber enfrentar sus problemas y encontrar las soluciones por sí solo, etc. Para esto, necesita transitar un largo período de transición de niño a adulto, donde se desarrollarán las capacidades y habilidades necesarias. Este período de desprendimiento y desgarramiento de la familia es una verdadera problemática por la que deberá atravesar el adolescente para convertirse en adulto responsable. Para el paso de la vida dependiente a la independiente, necesita sentir la presencia de límites. Precisa enfrentarse con las creencias y los mandatos de otros para esclarecer qué es lo que piensa y lo que cree él.
Acciones a tener en cuenta en la relación con los adolescentes:
Algunas acciones que dan resultado para ayudar a los hijos a atravesar esta etapa de transición y evitar el conflicto con ellos:
● Aprender a hablar con los adolescentes, lo que requiere demostrar algunas actitudes para afrontar la conversación: aceptación de sus palabras, paciencia y tranquilidad para estar bien predispuesto al diálogo, confianza en él, interés por lo que dice y demostración de afecto. Escucharlos de forma activa, demostrando que es muy importante para nosotros conocer sus opiniones y fundamentalmente que respetamos lo que nos dice mas allá de que estemos de acuerdo o no.
● Orientarlos para que aprendan y obtengan beneficios de sus errores. No hacerlos sentir como fracasados o malas personas ante sus fallos sino que lo tomen en forma positiva como una forma de aprendizaje.
● Ayudar a los adolescentes a que descubran que lo valioso es su persona y no lo por lo que traen puesto o por lo que tienen. Demostrarles interés por su personalidad y habilidades, destacando sus mejores aptitudes y actitudes.
● Saber negociar siempre con ellos. Ante sus demandas se debe ceder algo, y de esa manera se podrá requerirles también a ellos. Negociar es aprender a convivir, porque respetamos la posición intereses del otro, y logramos que respete el nuestro.
● Estar atentos a lo que ven y leen, principalmente en los medios masivos de comunicación para poder discutirlo y evaluarlo junto a ellos, ayudándoles de esta manera a formarse un criterio.
● Permitir a los adolescentes vivir sus propias experiencias en situaciones que no conlleven mayor riesgo. No olvidar que para aprender es necesario experimentar, y a veces equivocarse.
● No obligarles ni imponerles la forma de hacer las cosas. Evitar forzarlos a que actúen «a la manera» de los padres. Darles la oportunidad para que juzguen y elijan, conformando su particular forma de comportarse.
● Establecer reglas claras y precisas. Poder explicarle el por qué de los límites y la importancia de poder respetarlo, así como las consecuencias de que no se haga. Que no los sientan como “caprichos de los padres”.
● No dar a los adolescentes “recetas” para la vida sino trasmitir que la reflexión constante sobre lo que hacemos y decimos, es la base para vivir de una forma consciente y responsable.
Cuando los adolescentes presentan episodios de depresión y/o ansiedad reiterados, problemas con la alimentación o conductas difíciles, es importante recurrir a la Psicología para prevenir problemas mayores.
Psicóloga Claudia Alberto.